Iba a escribir un simple ¡Viva México! pero me salió una pequeña reflexión imaginando a este país como una inmensa obra en construcción: Hace 204 años comenzó la construcción de este país llamado México y hace 104 años tuvo su primer gran remodelación importante, una revolución. A lo largo de todo este tiempo de obra algunas personas han ocupado puestos importantes y han contribuido con grandes aportaciones; sin embargo esos puestos también han sido ocupados por gente mala que solo llegó a robarse el material, a meter a trabajar a sus compadres, a inflar los presupuestos y a saquear. Pero no todo pasa en las grandes esferas, en la obra, como en todo, también existen trabajadores buenos y malos. El trabajador bueno es aquel que sin necesidad de tener un puesto de alta jerarquía, lleva a cabo su trabajo de forma ejemplar y sobresaliente, digno de respeto y admiración. Su contraparte, el trabajador malo, es perezoso y desobligado, sólo le interesa llegar al